Movimiento Vegano en España y en el Mundo
El Movimiento Vegano en España y en el mundo entero se ha ido acrecentando con gran rapidez en la última década.
Se calcula que unos 400 millones de personas han cambiado sus hábitos alimenticios hacia un mayor consumo de vegetales.
Asimismo, España es uno de los países de vanguardia en este movimiento que, en sus inicios, fue considerado como un fenómeno de moda.
En este artículo vamos a hacer una revisión del avance organizativo, comunicacional y práctico que ha tenido el Movimiento Vegano en España.
Para ello, no sólo queremos un mostrarte el típico listado de las organizaciones pro-veganía, sino estudiar cómo ha cambiado las representaciones y el ideario de las familias españolas con respecto a un estilo de vida basado en el consumo de vegetales para el mejorar la salud, evitar el maltrato animal o colaborar con un sano equilibrio ecológico.
¿Cuánto ha crecido el veganismo en España?
Existen algunas estadísticas que especifican cuánto ha crecido el veganismo. Pero también mola mucho hacerse de otros indicadores que dan idea sobre su impacto económico y social.
En primera instancia, vamos a conceptualizar como vege-consumidores a los grupos que han decido empezar a consumir más vegetales, ya sean veganos, vegetarianos o vegetarianos flexibles.
Estudios
Según un estudio realizados por Lantern (2017) los vegeconsumidores han ascendido a una cifra cercana al 9% de la población española en el año 2020, lo que constituye un aumento del 30% con respecto al mismo parámetro un año antes.
El Movimiento Vegano en España, en porcentaje va alrededor de 815 mil personas. Haciendo un desglose, vemos que:
- Los veganos constituyen el 0.5% de población española, con un salto absoluto de 0.3 puntos en un trascurso de 2 años.
- Esta población son los que excluyen de su dieta cualquier producto de origen animal, derivados y provenientes de la explotación o maltrato de animales.
- Los vegetarianos constituyen el 1.5% de la población, con un salto absoluto de 0.2 puntos en un trascurso de 2 años.
- Esta población consume predominantemente vegetales, pero también consumo huevos, lácteos, miel de abejas y otros productos que provienen de la explotación animal.
- Los vegetarianos flexibles constituyen el 8% de la población, con un salto absoluto de 1.6 puntos en los últimos 2 años.
- Es la que más rápidamente ha crecido. Los vegetarianos flexibles consumen productos animales de forma esporádica.
En la mayoría de los casos, las personas que se vuelven veganas pasan por fases de transición en sus hábitos alimenticios, por lo que podemos suponer que una porción significativa de los vegetarianos y vegetarianos flexibles tenderán a volverse veganos con el tiempo.
Por otro lado, en la medida en que las condiciones externas (presión social, disposición de productos orgánicos y dinámica de producción) vayan modificándose, la forma en que crece la población de vegana también lo hará.
Cambios de la dinámica empresarial y de los consumidores en España
Una de las inquietudes y argumentos contra el movimiento vegano en España y toda Europa es la premisa de que se trata de una moda pasajera.
Ciertamente, una nueva cultura debe reflejarse en cambios en los sistemas que mantienen la sociedad actual, en este caso, el más importante es el sistema de producción y comercialización.
Cuando revisamos marcas comerciales importantes de comida rápida, vemos que la mayoría de los negocios y sucursales se han inclinado por la incorporación de platillos veganos en su menú, en sitios que antes era poco probable que sucediera.
Esto incluye a gigantes como McDonald, KFC y TGB.
La cantidad de establecimientos de este tipo que han incorporado platillos de comida vegana oscilan los 2.000 en España, número que se quintuplicó en tan sólo una década.
Algunos estudios demuestran que los veganos prefieren establecimientos donde la comida es sólo vegana o tengan un repertorio amplio de platos veganos, por lo que, si la población tiende hacia estos hábitos, pronto la oferta podría hacerlo.
Muchas marcas de productos se han reinventado hacia versiones veganas.
Cada vez te encontrarás con más secciones y hasta mercados completos de comida orgánica vegana.
El mercado europeo es altamente competitivo (se trata de un continente entero para la demanda y la oferta).
Las empresas no se darían el lujo de producir rubros veganos que luego se quedaran en los anaqueles, o si sólo fuera para un porcentaje muy bajo de la población poco prometedora.
En varios de los casos se requería la readaptación de las líneas de producción y una inversión que tendría que recuperarse.
Más allá que los productos sean sólo para veganos, se está reconociendo una tendencia en el consumo de más productos con base sólo vegetal que, sin duda, es una fase importante de transición.
Actualmente
Actualmente, se ha posicionado la marca V-label como certificado internacional de comida vegana.
Esta marca ha crecido tan rápido que ya cuenta con casi 3 mil productos registrados y más de 310 empresas en su repertorio.
Por lo que la tendencia es un modelo empresarial con más consumo vegetal. El consumo de carne ha bajado en un 40% de la población y el consumo de vegetales, de forma global, ha aumentado el 30%.
¿Dónde hay más veganos en España?
Para tener una respuesta integral, nos basaremos en dos indicadores: la apertura y consumo en locales de comida y los resultados obtenidos por la organización The Green Revolution y la consultora Lantern, en el año 2016, sobre preferencias en el consumo.
El Movimiento Vegano en España se distribuye en:
- Barcelona, Madrid, Islas Canarias y Mallorca son las ciudades con mayor cantidad de restaurantes veganos en España.
- Estos números están basados en la lectura de varias apps de mapeo geo-referencial de restaurantes veganos. El número se cuadriplicó desde el 2011 al 2017.
- Hay más mujeres que hombres veganos en España, alrededor del 10% de número de total.
- Más de la mitad de los veganos han tomado esta decisión por razones éticas y la otra mitad por salud y ecología.
¿Es sostenible el consumo vegano en España?
La mayoría de los vegetarianos justifican el requerimiento de más suelo fértil para la siembra bajo la premisa “sería menos de lo que se usaría para la ganadería extensiva”.
Esta resulta bastante polémica en países como Brasil, pero ha empezado a calentarse en tema en España.