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Veganismo y Ciencia

¿Somos Veganos u Omnivoros?

Es ingenuo pensar que el veganismo no se sustenta en posturas científicas y en el sentido común, de ahí Veganismo y Ciencia.

De hecho, el estilo de vida vegano construye su discurso a partir del entendimiento de la lógica del funcionamiento del mundo actual.

Es a partir de la sistematización de los descubrimientos científicos (de ayer y hoy) y del estudio de la realidad social y ambiental, por lo que el veganismo – lejos de desmoronarse – se hace más pertinente.

Ciencia

¿Sabías que también hay científicos, deportistas, psicólogos sociales y profesionales que, a partir de sus conocimientos, han tomado la decisión de ser veganos? ¿cierto?

Pero, al parecer, al mundo lo mueven muchos factores además de la ciencia y el profesionalismo.

Nos referimos al dinero y las formas que existen para multiplicarlo por encima de cualquier noción de salud y bienestar de la gente.

Esta dinámica condiciona cualquier “verdad”, incluso, la “científica”.

Por esta razón, nuestra intención es discernir, dentro marco de los postulados científicos y del conocimiento de la gente, cuáles elementos hacen que el veganismo sea un modo de vida sustentable y conveniente, para el individuo y sociedad. O lo que es lo mismo Veganismo y Ciencia.

Relación entre los humanos y la naturaleza

Algunos buscan en el pasado para encontrar evidencias que le ayuden a construir teorías sobre la pertinencia del consumo de la carne.

Ciertamente, muchas de estas teorías las consideramos bastante lógicas desde el campo biológico.

De hecho, la asociación entre el consumo de carne, el desarrollo distintivo de la mandíbula y dientes y el crecimiento del cerebro en el género homo es algo que, muy probablemente, haya ocurrido así (a pesar que no se sepa bien que originó qué).

Pasado y Presente

Sin embargo, el error está en obviar la realidad social, económica y biológica de muestro presente. Esa parte pareciera no ser tan científica y, mucho menos, inteligente.

Hace miles de años, el hombre tuvo un cambio significativo en la forma de organizarse y producir lo que consumen.

Modificaron su hábito de viajar por el mundo recolectando y cazando, para quedarse un solo sitio, a explotar, cazar y criar en una misma zona.

Es decir, pasamos de ser nómadas a sedentarios.

En principio, al establecerse como sedentarios, quedaron truncados por la cantidad limitada de recursos en zona que constituía su rango de acción, el cambio de condiciones climáticas y de otros factores propios del sedentarismo.

Por lo que surgió la necesidad de intercambiar, productos y bienes, con otros grupos de familias. Naciendo la primera forma de economía del capital, el intercambio.

La ciencia, el veganismo y las presiones evolutivas

Durante miles de años, la relación entre el hombre y la naturaleza, fue respetuosa – Y no es una expresión romántica – sino que está relacionada con la sustentabilidad.

Los incas, aztecas, mayas y otras civilizaciones muchos más antiguas practicaban la agricultura a modo de no dañar y erosionar las tierras, sin necesidad de pesticidas químicos.

El asunto se complica en los años más recientes, con la implementación del monocultivo. Veganismo y Ciencia ya no van tan de la mano.

En el momento en que se empieza hacer siembras y cosechas agresivas de un solo tipo de cultivo, en aras de aumentar la productividad, las tierras empiezan a deteriorarse.

Por eso, el veganismo ha sido incisivo en la utilización de técnicas agroecológicas, para que las tierras no resulten dañadas, los seres vivos puedan tener un equilibrio que funcione contra los patógenos y no se dañe la salud de las personas que, al año, consumen más 1,5 litros de pesticidas.

¿Te parece suficiente realidad científica esto?

Por otro lado, estamos en una era donde la mayoría de las personas pueden escoger el tipo de dieta que quieren llevar, muy al contrario de nuestros ancestros, que dependían de la recolección y las caza, sin otra opción más que esa.

Esto se le conoce como disrupción evolutiva

Es decir, el consumo de carne fue beneficioso para la población nómada. No obstante, estudios importantes arrojan que ahora el consumo de carne procesada por los mataderos y empresas comercializadoras están ahora más relacionado con el aumento del riesgo de enfermedades crónicas digestivas y autoinmunes.

La humanidad actualmente tiene completo dominio tecnológico sobre los alimentos.

Literalmente, pueden producirlos en los tipos y cantidades que necesite, conservándolos más allá de las estaciones y pasando las fronteras establecidas por el mar.

Sin embargo, este sistema de producción en serie ha generado nuevas enfermedades, intoxicación, daño a la capa de ozono y aguas por los pesticidas y un incensario daño de rebaños completos de animales y otros tipos de maltrato que no sucedían hace 5 mil o 2 millones de años.

Entonces, sería un reduccionista increíble comparar este contexto con una realidad de hace tantos años

Este error podría pagarse muy caro.

Después de todo, el daño a la naturaleza ha sido respondida con un de los mecanismos más agresivos, una deriva genética masiva.

Razones científicas para no consumir carne

Ciertamente, la carne tuvo un papel esencial en la evolución del ser humano.

La caza y la pesca resultó ser un comportamiento adaptativo que llevó al homo a lo que somos hoy, en inteligencia y capacidad de manipular herramientas y máquinas.

Sin embargo, todas las evidencias apuntan a que ésto se logró con el consumo de pequeñas cantidades de carne, para nada equivalentes a las cantidades que se consume hoy día.

Tampoco se tenía el conocimiento que hoy se tiene para diseñar dietas con base a vegetales, que sean nutritivas y sabrosas.

Mucho menos, existían complementos vitamínicos.

Por lo que el maltrato y la matanza animal sigue siendo poco más que un negocio que necesita seguir vivo por el bien de los dueños de las compañías multimillonarias.

Te diremos otras razones por lo que comer carne, podría ser poco conveniente, esta vez, desde un plano más individual.

Tu cuerpo y tus genes han cambiado poco en últimos millones de años

Parece mentira que, a pesar de los importantes cambios en la fisionomía, los genes de la especie humana no han cambiado casi nada con respecto a sus ancestros que dependían totalmente del consumo de vegetales

Ejemplo de ello es que existe poca tolerancia del cuerpo hacia los cárnicos, generando la acidificación de la sangre, osteoporosis, problemas gástricos e intestinales.

Además, la cercanía genética entre los animales mamíferos para el consumo y los humanos es tan estrecha, que se generan problemas asociados a la inmunidad de cepas bacterianas por el uso de antibióticos y el uso de hormonas que en los animales. Veganismo y Ciencia vuelven a darse la mano

Citando un artículo anterior de Rincónvegano.com, te decimos que: “Las células necesitan un pH adecuado para su funcionamiento (que va desde 7.3 a 7.4).

Cuando esta alcalinidad del ambiente celular se ve afectada, puede desajustar su funcionamiento al punto de morir.

El consumo excesivo de las carnes tiende a disminuir el pH tornando el ambiente celular más ácido”

Tus huesos se van degradando poco a poco

Cuando la sangre se vuelve más ácida, los huesos empiezan a perder a su capacidad de mineralizarse, siendo el calcio uno de los más críticos.

Resistencia a antibióticos, alergias y uso de hormonas

Dentro de los rebaños criados en los mataderos, se han hecho comunes las enfermedades infecciosas.

En humanos, se origina la resistencia de algunas cepas bacterianas a antibióticos, por estar expuesto a su consumo en pequeñas cantidades de estos fármacos.

Esto sucede cuando los humanos consumen agua que viene de fuentes subterráneas contaminadas por la filtración de la orina de los animales a niveles freáticos.

También ha aumentado el riesgo de ataques alérgicos en personas sensibles a los antibióticos.

Los antibióticos que se le suministran a los animales se pueden acumular en la carne (en pequeñas cantidades) y luego son consumidos por las personas. Veganismo y Ciencia nos explican sus razones.

Si no bastaba con los antibióticos, el ganado es colmado de hormonas en aras de aumentar su crecimiento muscular, la ganancia de peso y el tamaño que tienen los especímenes criados para el consumo.

A pesar que en Europa está prohibido el uso de hormonas, es puesta en práctica ilegalmente en algunos espacios

El consumo de carne está ligado a la generación de epidemias

Se sabe que las enfermedades zoonóticas, que aparecieron originalmente en animales y luego se volvieron transmisibles a humanos, están más asociadas a la cría de animales salvajes en condiciones de encierro y malestar.

En consecuencia, tendríamos un conjunto de animales (vacas, cerdos, aves, etc.) con un sistema inmune debilitado, susceptibles a enfermedades.

El encierro de animales contaminados hace viable la recombinación de los patógenos.

Es decir, mientras más animales se contaminen en un mismo rebaño, los genes del patógeno sufren variaciones.

Estas variaciones, más allá de tener una finalidad, son producto de pequeños errores en su replicación pero que terminan generando una nueva especie de patógeno con capacidades infectivas distintas.

Entre esas nuevas capacidades estarían el infectar humanos.

Estudios

De hecho, un estudio reciente de la ciencia, Universidad de Cambridge y Oxford Brooke, sugiere que los neandertales pudieron haberse extinguido al infectarse por enfermedades llevadas fuera de África por el Homo sapiens

Estas enfermedades, asociadas al consumo de carne, tiene que ver también con el acercamiento de las dos especies de humanos que convivieron en una misma era.

Entre las enfermedades estaban la tuberculosis, las úlceras de estómago causadas por Helicobacter pylori y distintos tipos de herpes que se volvieron un problema para los cazadores y recolectores.

Esto pudo haber propiciado la desaparición de la especie.

Este es un ejemplo de cómo los patógenos han acabo con especies completas, incluyendo a nuestros antepasados.

El contacto con el ganado, el cambio climático, la aniquilación directa entre humanos (o la lucha por los recursos) y el canibalismo no son nuevas en el género homo y, posiblemente, le costó la extinción neandertales.